DEPENDENCIA

¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional es un patrón psicológico que incluye, necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su vida, temor a la separación de las personas, dificultades para tomar decisiones por sí mismos, dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación, se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo y preocupación no realista por el miedo a que le abandonen y tenga que cuidar de sí mismo.

Causas de la dependencia emocional
En los niños se detecta porque presentan una actitud inmadura con relación a los que les cuidan u orientan, ya que necesitan, de forma exagerada, la presencia y la aprobación de una persona concreta a la que se pueda referir y con la que se puede identificar.
La dependencia se intensifica por una educación sobreprotectora o que inculque temor. En el fondo de una dependencia emocional elevada, se encuentra una baja autoestima y un alto grado de inseguridad. También hay un gran miedo a estar emocionalmente solo, lo que repercute en la calidad de la pareja ya que lo que mantiene el vínculo de pareja es un miedo persistente a que la relación se acabe.

Se puede identificar a las personas con dependencia emocional por conductas (síntomas) como:

  • Baja autoestima y autodesprecio.
  • Buscan relaciones de pareja teniendo poco criterio, les faltan ser más asertivos.
  • Tienen tendencia a depresión o ansiedad.
  • No asuman responsabilidades.
  • Dificultad en la toma de decisiones.
  • Inseguridades
  • Pueden tener problemas para hacer cosas por si solas.
  • Dispuesto a obedecer y ser subordinados de forma desproporcionada.
  • Poco adaptativa a nuevos entornos o situaciones.
  • Temor al rechazo y dificultad para dar su opinión. (Necesidad de agradar)
  • Dificultad para iniciar proyectos por su cuenta.
  • Falta de confianza en su propio juicio y capacidades.
  • Dispuestos hacer tareas no deseables por mantener la relación de dependencia.
  • Posición inferior en las relaciones
  • Puede soportar maltrato físico o verbal que puede dar pie al maltrato de género, pensando que la persona con dependencia emocional consiente cosas incondicionalmente.
  • La soledad les hace sentir muy incómodos.
  • No tienen la capacidad de salir de una relación toxica.
  • Sensación de vacío, solo pueden llenar este vacío con otra persona.
  • Autoanulación, no suele pensar en sus necesidades.

Todo esto no significa que una persona dependiente no haga cosas por sí mismo, lo que ocurre es que necesita el apoyo o la aprobación de otra persona para reforzar su autoeficacia.


Dependencia emocional en la pareja

Estas relaciones desequilibradas se pueden tornar poco saludables con el paso del tiempo, ya que puede pasar que la persona dominante incremente su autoridad hasta tal punto que anule o maltrate al dependiente.
Cuando la relación llega a un punto de maltrato físico o psicológico, el dependiente soporta desprecios, humillaciones y está dispuesto a obedecer a todo lo que propone su pareja por el miedo a ser abandonado.
La persona afectada es capaz de reconocer el maltrato, pero no tiene la capacidad de terminar la relación por estar “enganchada” emocionalmente a su pareja. La dependencia puede conducir a una situación extrema de círculo vicioso, es decir, en un momento dado la relación termina rompiéndose pero al poco tiempo el dependiente intentará a recuperar su expareja incondicionalmente. Si la expareja genera expectativas de reconciliación, el dependiente emocional reinicia la relación como si no hubiera pasado nada.
Para el dependiente esta situación afecta de forma negativa a su autoestima, y a su salud física y/o mental, pasando por síntomas de ansiedad, depresión o pensamientos obsesivos. Pese al malestar y al sufrimiento que la relación les cause se sienten incapaces de dejarla.
¿Cómo se puede identificar a un dependiente emocional?
Todas las personas tienen cierto nivel de dependencia afectiva y no hay que olvidar que para relacionarse hay que tener un cierto grado de dependencia sana, si no, la relación termina siendo disfuncional y terminamos funcionando de forma individualista.
El problema existe cuando una persona se deja controlar por esta necesidad de aprobación.

¿Cómo identificar si tengo un rasgo elevado de dependencia emocional?
Hay algunas características en las que podemos fijarnos para evaluar si somos propensos a establecer relaciones de dependencia, por ejemplo:

  • Tendencia a anular nuestros propios deseos al favor de la otra persona.
  • Necesidad de involucrar a la otra persona en todas nuestras actividades o pedir su opinión ante cualquier decisión.
  • Si nuestra felicidad se centra en nuestra pareja.
  • Si nos resulta complicado defender una opinión opuesta a la opinión de la otra persona.
  • Tener un miedo constante a perder a esta persona.
  • Sensación de Malestar y sentimientos de culpabilidad cuando vamos a la contra de la otra persona.
  • Dejarnos manipular con facilidad por esta persona.
  • Tendencia hacia el aislamiento social.
  • Sensación que las relaciones se convierten en una ‘montaña rusa’ de emociones.

Los dependientes emocionales, muchas veces, no son capaces de darse cuenta de los efectos que su dependencia tiene en su vida diaria.


Estas personas tienen la tendencia a buscar una pareja con unas características muy concretas, como:

  • Una autoestima elevada, ya que compensa la falta de autoestima de la persona dependiente.
  • Un rasgo de manipulador, dominante o posesivo. Exigen cosas a su pareja, pero no aplican estas mismas normas a ellos mismos.
  • Un rasgo narcisista de personalidad.
  • Personas frías y distantes.
  • Hacia el exterior tienen encanto y sentido del humor.

Algunas consecuencias de la dependencia emocional

  • La identidad se ve afectada caracterizándose por un yo débil
  • Puede ser la causa de depresión, ansiedad, agorafobia, fobia social, etc.
  • Falta de autosuficiencia emocional.
  • Falta de opinión propia e inseguridad.
  • Vulnerable por ser manipulado.
  • Sensación de inferioridad.
  • Dificultades en el entorno laboral, etc.

Cómo combatir la dependencia emocional

El primer paso es conocer y aceptar nuestros rasgos de personalidad y hacernos conscientes que esta situación emocional no es sana a largo plazo.
Si reconoces que puedes ser una persona emocionalmente dependiente, te aconsejamos redactar una lista de aquellas cosas que haces por amor o cariño y que no te perjudican como persona y otro listado de aquellas cosas que haces o aguantas por el rasgo de dependencia emocional y si influyen muy negativamente en tu salud y bienestar.
Valora si has dejado de lado otras relaciones o amistades importantes, si has cambiado tus actividades de forma drástica al favor de la otra persona, etc. También debes pensar si etas siendo tratado correctamente en esta relación o has experimentado sufrimiento.